En esta nota Mariana Reyes Murguía, responsable del área de M&A y Corporativo de Ontier México, analiza la situación de la producción en México.
Seamos honestos ¿a quién no le gusta una buena película o producción? Afortunadamente, en la actualidad, la mayoría de las personas tenemos acceso a un sinfín de películas, series, cortos y producciones cinematográficas que hace que a veces sea difícil elegir qué ver; por otro lado, nos hemos vuelto “expertos” en identificar una buena de una mala producción y ese expertise deriva meramente de nuestro gusto y nuestra subjetividad.
No obstante que el gusto se rompe en géneros, es reconfortante ver que en México cada día se llevan a cabo más y más producciones, que sean o no de nuestro particular interés, nos remontan a la época dorada del cine mexicano, que trajo miles de producciones fantásticas protagonizadas por personajes icónicos.
Aunque existen algunos lugares que destacan sobre otros en la producción de contenido, tal como Hollywood o Bollywood, considerados la meca del cine, también es cierto que muchas de dichas producciones se realizan en distintas locaciones o que existen proyectos que nacen y se materializan sin haber pasado por dichos centros neurálgicos en la historia cinematográfica.
Considerando lo anterior, es natural preguntarse ¿cómo se elige el lugar de producción? La respuesta, aunque inesperada, en muchas ocasiones tiene que ver con los estímulos fiscales que otorgan ciertas jurisdicciones con el objeto de fomentar dicha industria; ya que, como dice el dicho popular: lo único certero es la muerte y los impuestos.
Atendiendo a lo anterior, México es un gran lugar para realizar dichas producciones de contenido, en primer lugar porque hemos heredado de esa época de oro estudios maravillosos con tecnología de punta que permiten crear productos de primer nivel; sin embargo, desde el punto de vista legal, el gobierno mexicano otorga ciertos estímulos fiscales que pueden resultar atractivos a los productores mexicanos y extranjeros.
“Aunque la mayoría de los beneficios y estímulos son de carácter privado y federal, en el estado de Baja California se otorgan exenciones de pagos de impuestos siempre y cuando cumplan las filmaciones se efectúen dentro del estado de Baja California, que por lo menos el treinta por ciento de la nómina se trate de residentes del estado”
En México existe la Ley Federal de Cinematografía que define a la industria cinematográfica como el conjunto de empresas e individuos cuya actividad es la creación, realización, producción, distribución, exhibición, comercialización, fomento, rescate y preservación de las películas y productos cinematográficos; siendo que define a la distribución como la intermediación cuyo fin es poner a disposición de los exhibidores, como las empresas de cine y a los comercializadores (aquellos que venden el material), las películas cinematográficas producidas en México o en el extranjero para su proyección, exhibición y/o reproducción.
A grandes rasgos, a nivel federal, la Ley del Impuesto Sobre la Renta (“LISR”), la cual tiene como objeto regular al impuesto directo que se aplica a las ganancias obtenidas durante el ejercicio, ofrece ciertos estímulos fiscales a la industria; en el entendido de que dicho ordenamiento señala que los productores podrán aplicar a un crédito fiscal, equivalente al monto que aporten a proyectos de inversión en la producción cinematográfica nacional o en la distribución de películas en el ejercicio fiscal que corresponda. Dicho crédito no es acumulable y no podrá exceder del 10% del impuesto sobre la renta causado en el ejercicio inmediato anterior al de su aplicación.
Por otro lado, es importante resaltar que la LISR considerara como proyectos de inversión en la producción cinematográfica nacional, a aquellas inversiones en México, destinadas específicamente a la realización de una película a través de un proceso en el que se conjugan la creación y realización cinematográfica, así como los recursos humanos, materiales y financieros necesarios para dicho objeto.
No obstante lo anterior, la autoridad marca ciertos parámetros respecto de los estímulos antes mencionados, tales como, entre otros, que el monto total del estímulo a distribuir entre los aspirantes del beneficio antes señalado no podrá exceder de 650 millones de pesos (equivalentes aproximadamente a US$29,5 millones), por cada ejercicio fiscal para los proyectos de inversión en la producción cinematográfica nacional.
En adición a lo anterior, en México existen otros beneficios y apoyos para la producción y distribución de material cinematográfico, entre los cuales se destacan:
Aunque la mayoría de los beneficios y estímulos son de carácter privado y federal, en el estado de Baja California se otorgan exenciones de pagos de impuestos sobre remuneraciones al trabajo personal cuando las empresas e individuos creadoras, productoras, realizadoras, posproductoras, estudios de filmación a nivel Estatal, Federal o del extranjero, participan en la realización de material cinematográfico siempre y cuando cumplan, con las bases que ahí señalan, entre ellas que las filmaciones se efectúen dentro del estado de Baja California, que por lo menos el treinta por ciento de la nómina se trate de residentes del estado de Baja California, entre otras.
Por lo anterior, México ha ido destacando de forma paulatina como una de las jurisdicciones a considerar al momento de llevar a cabo producciones de contenido; fomentando al crecimiento de la industria, atrayendo inversión extranjera y nacional, así como creando nuevas oportunidades de trabajo para los mexicanos, cuyo lema siempre ha sido “Mi casa es tu casa”, así que… Bienvenidos a México.