El boom de la producción en portugués, que lideran Brasil y Portugal, países foco de este Conecta Fiction & Entertainment, pone en evidencia cómo las industrias de ambos países se han posicionado dentro del competitivo mercado ávido de contenidos internacionales.
El foro reunió a más de 50 empresas productoras a ambos lados del Atlántico sobre las que se soporta ese potente músculo de creación de contenido.
De Brasil estuvieron presentes: Bravi, Globo, Floresta, 02 FImes, Gullane, Boutique Filmes, CQS, Endemol Shine Brazil, Formata, Glaz, Mooshot, Mixer Films, The Walt Disney Company, Prodigo, TeleImage, Warner Bros. Discovery, Projeto Paradiso, YouTube, Quanta DGT, Cultura, Globoplay, Tem Den De y Sentimental.
De Portugal se sumaron: Instituto Do Cinema E Do Audiovisual, Portugal Film Commission, Apit, Cortal, SP-I, Hop! Films, Caracol Studios, Filmes Ukbar, Banijay Endemol Portugal, Vende-se Films, Plural, Nu Boyana Fx, Uma Pedra No Sapato, TVI, RTP, Archipélago Films, Stunning Fields, Banijay Shine Iberia, Fado Filmes, Volf Entertainment, María & Mayer, West Coast Films, Lisboa Film Commision, Cinemate, David & Golias, On Media y Manilha Filmes.
Angela Colla, directora de Negocios Internacionales y Coproducciones de Globo, hablaba hace unas semanas durante Rio2C de la importancia de abrazar “la brasileñidad” de sus contenidos, como una clave para internacionalizarse. Portugal ha hecho lo mismo desde su lado para que el portugués se haga cada vez más universal. Las plataformas también han dado empuje.
Desde 3%, en 2015, la primera serie original de Netflix hecha en Brasil, el servicio de streaming ha invertido US$ 306 millones en producción local y ha producido en casi todos los géneros. Hace unas semanas anunció Luz, su primera producción para toda la familia.
Este es el resultado de un impulso sostenido a la producción audiovisual desde el sector público y gracias a buenas leyes de fomento de la actividad cultural. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y la ministra de Cultura, Margareth Menezes, anunciaron este mes que el Fondo del Sector Audiovisual (FSA) invertirá en 2025 casi US$300 millones) para la producción de series y películas brasileñas. Según el Ministerio de Cultura se trata de un monto récord, 23% superior al destinado en 2023. También está prevista una inversión en coproducciones internacionales por valor de unos US$ 37 millones, que recibió 476 proyectos de 47 países.
En Portugal, un salto importante para el contenido luso fue el estreno de Glória en 2020 en la plataforma, seguido de avances institucionales como la creación en 2018 del Fondo de Apoyo al Turismo y al Cine para la promoción de incentivos fiscales y de la Portugal Film Comission, creada en 2019, para dar visibilidad al país como destino internacional de rodajes.
Luego, en 2022, se redobla la apuesta con la nueva Ley del Cine que establece un impuesto del 1% sobre los ingresos de las plataformas de streaming y obliga a que inviertan en producción portuguesa.
El portugués es hablado por 260 millones de personas en el mundo, lo que supone una pieza de peso en el mercado iberoamericano. Y, precisamente, el impulso que está teniendo la producción en portugués es por los lazos que unen a España con Portugal, con epicentro en Galicia, de cuya colaboración han salido series como Auga Seca de HBO, la primera serie con sello ibérico en entrar en las plataformas de streaming, la miniserie Vigado Palace, coproducida entre la Radiotelevisión Portuguesa (RTP) y la Televisión de Galicia (TVG), 3 caminos y Operación Marea Negra en Amazon.