×
Conecta 8
EDICIONES ANTERIORES
NOSOTROS

Estrategias y claves financieras para realizar coproducciones audiovisuales en LatAm

Patricia Renjifo

La estructura legal y financiera es vital para cualquier proyecto y de esto no escapan las obras audiovisuales. Este es un punto vital cuando se trata de proyectos que buscan una coproducción internacional. En Latinoamérica, es un tema que cada día toma más fuerza por lo que es indispensable que los integrantes de la industria conozcan del tema y estén bien asesorados.

“La primera pregunta que se debe hacer es si ese acuerdo financiero implica o no  una coproducción en el sentido legal. En Colombia, por ejemplo, para que una coproducción de una película se pueda nacionalizar ante el Ministerio de Cultura, debe tener como mínimo el 20% de financiación colombiana. Si tiene menos que eso, no se puede calificar una coproducción colombiana” señala  Patricia Renjifo, abogada y socia de ECIJA Colombia y quien lidera el área de medios, entretenimiento y propiedad intelectual.

De acuerdo con la experta, los países que pertenecen a Ibermedia, incluyendo la mayoría de los países de Latinoamérica, más España, Italia y Portugal, tienen premisas similares para la constitución de una coproducción y en la mayoría de los casos se exige también la contratación de un número de personas en cargos técnicos y artísticos de nacionalidad de los países del acuerdo para cumplir con los porcentajes que piden las leyes de cine.

FINANCIACIÓN EN COPRODUCCIÓN
Una coproducción generalmente implica múltiples fuentes de financiamiento, que pueden ser fondos públicos y subsidios, inversores privados nacionales o extranjeros, o incluso la financiación conocida como crowdfunding; sea cualquiera la fuente de financiación, la experta hace énfasis en que todas las especificaciones deben quedar muy claras en un contrato.

Para el caso de fondos públicos como estímulos, incentivos, premios, Renjifo recomienda que la productora tenga muy claro el cronograma hasta la terminación de la postproducción para cumplir con todos los tiempos que usualmente exigen los estímulos y/o incentivos.

“Ha pasado que se pierden premios o subsidios por múltiples razones, por incumplimiento en la ejecución, porque se extiende el cronograma y se incumple el contrato, etc.  El incumplimiento del acuerdo con la entidad que financia generalmente implica la pérdida del incentivo y obliga a las productoras a devolverlo. Son casos donde se afecta gravemente el presupuesto y puede incluso implicar que no pueda terminarse la producción. Si se incumplen los  términos financieros es probable que resulte en una deuda para la productora. Por esa razón hay que ser muy rigurosos y tener claros los requerimientos de cada proceso” argumenta la profesional de ECIJA.

COPRODUCIÓN = GANA-GANA

Renjifo añade que no solamente es importante tener un contrato firmado sino hacerle un correcto seguimiento, porque “algunas veces las productoras firman los contratos, pero no hacen seguimiento  de las obligaciones que adquieren. Tienen la idea general del contrato, pero no tienen claridad sobre  cuáles son las obligaciones o los términos de ejecución de dichas obligaciones. Es muy importante tener una figura de supervisor de contratos, que no necesariamente tiene que ser un abogado, pero debe estar a cargo de una persona que esté en la capacidad de entender los acuerdos y verificar su correcta ejecución, incluyendo el cumplimiento de entregas,  plazos y vencimientos”. 

Otros aspectos definitivos a tener en cuenta en una coproducción son, por ejemplo, la distribución de ingresos: cómo se dividirán los ingresos entre las partes involucradas; la propiedad de los derechos de propiedad intelectual: quién posee los derechos sobre la película y en qué territorios; quién posee los derechos sobre obras derivadas; la definición de los aportes de cada parte: qué compromisos tiene cada coproductor en términos de financiamiento, talento, equipo, y otros recursos, entre muchos otros de los cuáles se hablará en próximas entregas en PRODU.

“La coproducción debe ser un gana-gana y es una premisa importante que cada vez se entiende más en Latinoamérica. Las productoras en sus primeros años centraban sus esfuerzos en buscar talentos creativos, pero no solían incorporar a sus equipos  perfiles capacitados para negociar y tomar decisiones financieras. Por lo anterior, es importante tener personas de otras formaciones que complementan la producción y que se encarguen de la organización financiera y legal de una producción audiovisual; de donde se saca el dinero, en qué se invierte, qué se va a firmar y a qué se están obligando, cuáles son las condiciones y los tiempos de la ejecución del dinero, entre muchos otros aspectos más de la estructura que son indispensables para el éxito del proyecto” concluye Patricia Renjifo de ECIJA.