Bien sea en la nube o con modalidades híbridas, las dobladoras han iniciado una transición para aprovechar la aceleración del consumo de contenidos. El doblaje cobra cada vez más relevancia en un mercado globalizado que pide todos los servicios de localización en un solo lugar.
La operación remota obligó a una mayor interconexión entre ubicaciones y borró los husos horarios. Algunas dobladoras se han volcado también a ofrecer nuevos servicios asociados a la posproducción audiovisual, como el motion capture, grabación de ADR, la producción virtual o el diseño sonoro.
La industria del doblaje ha vivido un gran año. Aunque el negocio audiovisual vivió una paralización por la pandemia, las dobladoras continuaron trabajando y recibieron más solicitudes y clientes. El vacío de programación lo llenó el catálogo y ahí estuvieron presentes las principales compañías latinoamericanas y con ubicaciones en la región para adaptarlo a las audiencias.
El doblaje ya venía viviendo un buen momento con la multiplicación de las plataformas de streaming. Netflix no sería lo que es sin el doblaje, que ha introducido cambios en el consumo ante la posibilidad de acceder a contenidos
de cualquier parte del mundo y popularizarlos, como ha pasado con La casa de papel, la ficción en español con mayor demanda global en los últimos años, según los datos de Parrot Analytics.
El 2020, que aceleró la migración a lo digital, también significó un gran paso para las compañías que experimentaron el doblaje en remoto, lo tecnificaron y decidieron quedarse con una modalidad que va a contravía de la producción en estudios altamente equipados.
Las fronteras que cruzan el doblaje como oficio también se rompieron con la migración a la nube de los sistemas de doblaje o la adopción de la operación híbrida, que obligó a una mayor interconexión entre ubicaciones y borró los husos horarios. Algunas dobladoras se han volcado también a ofrecer nuevos servicios asocia dos a la posproducción, como el motion capture, la producción virtual o el diseño sonoro.
Asimismo, se ha ido estandarizando el modelo del one stop shop, una demanda que han introducido especialmente las plataformas, que requieren por razones operativas y de seguridad delegar en una sola empresa todos los servicios asociados a la localización y el doblaje en varios idiomas.
Un análisis de Market.biz anticipa que el mercado global de doblaje de películas obtendrá un crecimiento exponencial entre 2020-2030, con un valor proyectado de US$5.046 millones para el final de la década, casi el doble de su ta maño actual. El doblaje, sin duda, ha alargado su edad de oro.