“La principal función de un coordinador de intimidad es mantener a los actores y actrices en un ambiente seguro durante las escenas de intimidad” comentó Sánchez, quien agregó que esto incluye seguir una serie de protocolos que garantizan que solo las personas esenciales estén presentes en el set durante estas escenas.

Ana Sofía Sánchez, coordinadora de intimidad, y Jennifer Robles de Copyright Consulting

Además, resaltó la importancia del nudity rider, “un formato legal con todas las especificaciones de la escena íntima, la cual firman los actores para acordar lo que van a hacer, y con ello se obtiene su consentimiento, sabiendo cuáles son sus límites en este tipo de escenas. Ya que todos estamos en el mismo canal, podemos proceder sin problemas. Este documento puede ser modificado durante la producción si es necesario, siempre y cuando exista la aprobación de todas las partes involucradas”.

En tanto, Robles subraya la importancia de que los coordinadores de intimidad trabajen en estrecha colaboración con el equipo legal: “Lo que nos daría tranquilidad como abogados es que nos llamen para generar los documentos necesarios, en caso de un cambio en la escena” detallando que esto asegura que, tanto actores como las productoras, estén protegidos ante cualquier eventualidad: “El papel de los abogados de producción es crucial para garantizar que los cambios se documenten correctamente, evitando problemas legales futuros”.

Aunque en México todavía no es obligatorio contar con un coordinador de intimidad en todas las producciones, Sánchez señala que esto podría cambiar muy pronto: “Estamos buscando que esto se vuelva obligatorio y que cada vez que haya una escena de intimidad, haya un coordinador presente” añadió.

Sin embargo, habló de la importancia de que estos profesionales estén certificados y reciban formación especializada: “En nuestra asociación, SILA [Coordinación de Intimidad Latinoamérica], buscamos establecer un protocolo formal en México para regular este rol. En ella contamos con actrices, scripts, psicólogas, sexólogas, guionistas y un amplio campo de profesiones, que se unen para realizar este rol”.

Adelantó que, aun cuando no existen empresas que certifiquen a los coordinadores de intimidad en México, es otro de los planes de SILA; mientras tanto, “ahora lo hacemos a través de empresas relacionadas con el SAG-AFTRA, porque en este país carecemos de un protocolo y regulaciones en esta materia. Buscamos, en primera instancia, que sea algo obligatorio”.

Es por ello que la socia fundadora de CO-CO reiteró la importancia de unir fuerza entre coordinadores y el equipo legal: “Es importante establecer conceptos legales claros para que el equipo de producción sepa qué constituye una violación o abuso” y mencionó que esta concientización es parte fundamental de los protocolos para evitar la normalización de conductas que pueden tener implicaciones legales graves.

Con la implementación de estos roles y prácticas, la industria audiovisual en México comienza a alinearse con los estándares internacionales en cuanto a la protección de los derechos de los actores en escenas íntimas, y se espera que esta tendencia continúe fortaleciendo la seguridad y el bienestar en los sets.

Vanessa Maldonado