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Underground privilegia historias populares y las diferencia

Pablo Cullel

Hace unas semanas Underground terminó de grabar las temporadas 4 y 5 de El marginal que se estrenarán en Netflix y recientemente comenzaron a filmar en Buenos Aires el thriller romántico Diario de un gigoló, creado por Sebastián Ortega y escrito por Silvina Fredjkes y Alejandro Quesada. Serán diez episodios que se verán por la pantalla de Telemundo, protagonizado por actores mexicanos y argentinos.

Pablo Culell, director de Producción y Contenidos de Underground, afirma que buscan historias que lleguen a la gente pero al mismo tiempo tengan un diferencial.

“Con El marginal estamos muy contentos porque hemos logrado los objetivos artísticos que esperábamos y creo que el público fanático va a estar muy satisfecho con el resultado. Realizar una superproducción de estas características en Argentina de una serie tan querida, con tantos fans alrededor del mundo, y en plena pandemia, ha sido un logro doble” dijo Pablo Culell, director de Producción y Contenidos de Underground.

Para grabar ambas temporadas además del barbijo, sanitizante, distanciamiento social, hacían tres hisopados semanales al equipo y, en las escenas de contacto físico, los actores se hacían un hisopado más el día que grababan. También hubo mucho trabajo de posproducción rellenando espacios con efectos digitales, ya que la locación es una cárcel, por lo que había que mostrar cierto hacinamiento.

También están trabajando con la adaptación para Telemundo de la exitosa ficción argentina Historia de un clan, acerca del clan Puccio, adaptada para diez episodios que se grabarán en Buenos Aires, con todo el equipo de trabajo de Underground/Telemundo. Paralelamente, están desarrollando alrededor de 15 series premium para Telemundo Global Studio.

Culell considera que Underground siempre tuvo un sello distintivo, porque buscan historias que sean populares pero que al mismo tiempo tengan un diferencial en la manera en la que se estructuran, en lo visual y en las temáticas, donde intentan generar algo que sea polémico, disruptivo, que genere debate y donde la audiencia se sienta interpelada y no solo entretenida. Puso como ejemplo: El marginal, Historia de un clan y Un gallo para Esculapio.

“Lo mismo en las comedias románticas que hemos hecho, en donde había una identificación directa con el gran público, pero al mismo tiempo se tocaban temáticas que, en muchos casos, eran bastante polémicas, adelantadas a su época o que nunca se habían tratado en televisión, como fue el tema de las personas transgénero en 100 días para enamorarse” añadió.

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