Carlos Gómez, director general de Egeda México, destaca que la gestión colectiva del derecho de autor de los productores ha mejorado en muchos sentidos; sin embargo, asegura que uno de los principales retos es la multiplicidad de tipos de licencias, medios y canales.
“Esto inició fuerte en la música y la gestión colectiva del audiovisual es relativamente más moderna, ya que fue posterior a la de directores y escritores, y todavía más tardía que la de productores audiovisuales. Va llevando un ciclo de maduración en algunos países, como en España, donde hay un grado de desarrollo más importante”.
“En Latinoamérica estamos en un período inicial; sin embargo, ha avanzado rápidamente en esta región, sobre todo en los mercados de retransmisión de derechos de cable y en el mundo de los hoteles. Es interesante que la gestión de las sociedades colectivas de productores, rápidamente ha generado mejores prácticas, adopción de tecnología para cuestión de reparto, de CRM y de manejo de usuarios que pagan”.
En cuanto a los acuerdo con los hoteles para los pagos de derechos para las producciones audiovisuales, Gómez dijo que en México (y un panorama parecido en Latinoamérica), “naturalmente hay resistencia, hay desinformación, no conocimiento de los conceptos de comunicación al público, que se dan en establecimientos comerciales y que obligan a un pago, pero en realidad la gestión colectiva es una solución para eso y no sería posible hacerlo individualmente. Una vez superado ese período de experiencia y sembrado temas de jurisprudencia legal en toda la región, se ha afianzado el derecho y eso ha ido llevando a que en la práctica aumente la cantidad de licencias que van adquiriendo los hoteles. En México las grandes cadenas hoteleras ya están regularizadas y se está yendo a un nivel más bajo”.
Finalmente, habló sobre los desafíos que tienen en cuanto a las licencias y derechos: “Ahora es la multiplicidad de tipos de licencias, de medios y de canales, estamos viendo que la gestión colectiva no está cambiando tanto. Al final de lo que se trata es de una licencia general cuando existe la necesidad y al final terminan siendo los mismos casos, independientemente de la multiplicidad de licencias. En cuanto a los productores, si implica un desafío importante, por ejemplo, que distribuidores de películas no saben comercializar en nuevos medios, necesitan tener un distribuidor para una cosa y otra, pero estamos en la transición”.