En menos de un año, el joven indígena colombiano Neider Canticus pasó de nunca haber salido de su pueblo San Vicente, en el departamento de Putumayo, al sur de Colombia, a conocer varias ciudades de su país y hoy en día estar en España, participando en el Hack MAFIZ.

En marzo de 2023, Canticus se inscribió al SANDBOX Audiovisual Colombia, un programa de formación audiovisual creado para brindar acceso a jóvenes de diversas poblaciones y comunidades, liderado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia, el Banco Interamericano de Desarrollo y Netflix, con la logística de la Academia Colombiana de Cine, Congo Films School y Fábrica de Medios.

Entre los 7.500 jóvenes que aplicaron, fue uno de los 1.500 seleccionados para la primera fase. “Algo que me llamó la atención para inscribirme fue que decía que a los finalistas los van a llevar dos semanas gratis a la ciudad de Bogotá. Yo nunca había salido de mi pueblo” cuenta el joven.

En esta primera fase fue llevado a Mocoa, capital de Putumayo, para estar en dos días de talleres donde debía elegir el área que le gustaría aprender de la producción audiovisual y optó por dirección de arte: “Quedé lleno de conocimiento. Fueron dos días donde dije ‘esto es lo que quiero, me gusta’. Luego llegaron los resultados donde supe que pasé a la segunda fase; quedaron 750”.

Comenzó con clases virtuales donde diferentes mentores les enseñaban de cinematografía, sonido, producción, maquillaje, vestuario, entre otras especialidades, y luego de esto tenían diversas evaluaciones. Finalmente, luego de esto Canticus quedó entre los 100 participantes seleccionados de seis regiones de Colombia que irían a Bogotá para continuar su formación y tener prácticas profesionales.

“Lloré también de la felicidad porque no pensé que iba a pasar tanto filtro de tanta gente. Fuimos al Congo Films School, que es una de las mejores escuelas de cine del país. Mirar todo lo que había allá, los aparatos, cámaras, yo nunca había visto una cámara tan grande y manejarla. También me tocó hacer las labores de vestuarista, maquillador, asistente de producción, director de fotografía. O sea, fue algo para descubrirte a ti mismo y cumplir todos esos roles”.

Después de esta experiencia, Canticus regresó a su pueblo donde comenzó a hacer sus propios videos para mostrar cómo es la vida allá. Al tiempo siguió tomando mentorías de forma virtual y posteriormente tuvo una pasantía de dos semanas en una productora de animación en Manizales. “Justamente cuando estaba allá, fue que me mandaron la convocatoria del Hack MAFIZ para jóvenes talentos”.

El joven indígena colombiano nuevamente fue uno de los 20 finalistas de toda Iberoamérica que viajaron al MAFIZ, donde afrontan desafíos para crear contenido audiovisual sobre el certamen en el Laboratorio del Festival. Por supuesto, ha sido la oportunidad para que Canticus siga conociendo más de cerca todo lo referente a la industria y optar por este camino como forma de vida.