Hacer producciones con calidad internacional en México administrando con eficiencia sus recursos y logrando procesos más eficientes, con mejores valores de producción y costos competitivos, es el camino a recorrer para la industria audiovisual mexicana, según Camilo Abadía, fundador de Byg Studio.
Para ello, se requiere contar con el talento que tenga el criterio y el ojo crítico para tomar decisiones durante todas las etapas de la producción, especialmente en el set. Y es en esta línea que Byg Studio viene trabajando, haciendo una tarea poco usual para una posproductora, pero que es el camino del futuro.
La posproductora se está integrando al equipo en el set para observar a detalle y así tomar medidas, con el fin de que el resultado final sea extraordinario.
En este momento Abadía está en Italia, trabajando en la próxima película autoral de Gustavo Loza. Se trata de una producción compleja, íntima y fuerte, muy alejada de la comedia que ha caracterizado al director mexicano, pieza que circulará en festivales de cine. Explica que el momento de producción es único: cuentan con locaciones muy complicadas de lograr (una en la Toscana y otra en Sicilia) y repetir una toma o hacer tomas adicionales, luego que ya se terminó el rodaje, resultaría imposible.
OJO CRÍTICO EN EL SET
“Mi trabajo es ser el ojo crítico del director y del director de fotografía” comentó Abadía, a quien le une una larga amistad y el trabajo durante años con Gustavo Loza. Abadía es el editor y director de posproducción de este largometraje.
Se trata de una producción mexicana, filmada en Italia en un 90%. “Es el regreso a la esencia de Gustavo Loza, a aquella película que hizo hace 20 años que se llamó Al otro lado, y con la que ganó muchos premios” recuerda Abadía.
“Estar en el momento de la producción nos permite una visualización inmediata de lo que está pasando en el set para poder corregir detalles en cuanto la historia y la trama” agregó. Pero para ello se requiere de un equipo muy preparado, en el que todos aportan ideas en lo creativo.
“Se trata de hacer una producción con calidad internacional con los recursos de México. Y sí se puede, con las personas y los procesos correctos” dijo Abadía.
SINERGIA Y CONFIANZA
Luisa Hoyos, productora y socia fundadora de Byg Studio, explicó que esta sinergia se logra también por los años de trabajo en equipo con Gustavo Loza. “Para trabajar así, se necesita mucha confianza y es gracias a esa confianza que pueden construir una narrativa sólida juntos. Creo que esto es fundamental: hay editores que son muy técnicos, pero esta parte creativa desde la edición y posproducción, hace un gran aporte al resultado” dijo, tras afirmar que esto también es posible gracias a que el director lo permite. “Ellos tienen más de 15 años trabajando juntos y lograron esa sinergia, que a su vez consigue un importante resultado en el producto final”.
El trabajar con esta dinámica —en una película que se va editando el día posterior a cada rodaje— permite que la idea que se lleva a edición esté realmente cercana al concepto del director.
Camilo Abadía comentó que el hecho de estar viviendo lo que viven los personajes, le permite plasmar mejor ese ambiente en la película. Aunque la dinámica de editar luego de cada día de grabación es más propia de producciones largas —como una novela—, el darle esta inmediatez al proceso les facilita la reflexión sobre el resultado que se tendrá cuando aún es posible incorporar cambios.
RETOS DE MÉXICO
Sobre el mercado mexicano, Abadía comentó que hay varios retos: aunque el dólar está ganando fuerza, a la industria audiovisual le afecta el peso fuerte que ha dominado los últimos dos años, pues no ayuda en la exportación. Además, el que México sea hub de producción de la región ha encarecido los costos y no hay estímulos a la producción, con lo que otros países de la región se hacen más atractivos.
Por ello, apostar a productos con grandes valores de producción y costos competitivos en el mercado, es el camino para México. “Necesitamos analizar qué vamos a hacer y cómo vamos a atraer a nuestros clientes. Estamos en un momento en el que ha bajado la producción, por lo que tenemos que pensar en cómo hacer historias más potentes sin que cuesten tanto. La industria comienza a compactarse y a quedar las cabezas más fuertes innovando” dijo Abadía.
Para Luisa Hoyos, el que producción permita entrar a la posproducción en el set para sumar más calidad al resultado final, y cambiar procesos, no solo en beneficio de la calidad sino en que el proceso de posproducción sea menos largo y costoso, es un paso adelante en esa dirección. “Hay que cambiar el concepto de que los recursos de posproducción se usan para arreglar lo que se hizo mal en producción, y utilizarlos para potencializar la pieza” dijo.
Aliana González