Desde que Mark Zuckerberg anunció el cambio de nombre de su empresa de Facebook a Meta y presentó su visión evolucionada, se hizo popular el concepto de metaverso y como siempre, los competidores y los versados en el tema salieron a dar su propia definición de lo que esta palabra significa.
Desde los más visionarios y audaces que vislumbran un universo digital paralelo donde no se podrá distinguir si se interactúa con alguien/algo real o virtual, incluyendo la forma como vives, los bienes que adquieres e incluso tus amigos; hasta los mas escépticos que solo llegan a decir que el metaverso no es nada más que las aplicaciones de videoconferencias, los videojuegos, las aplicaciones en 3D y las compras en línea.
Yo pertenezco a los primeros, es decir, a los que sí creen en que en algunos años tendremos ese mundo paralelo sin distinción entre lo real y lo virtual, y en mi empresa SAB Marketing Connections nos estamos preparando para ello.
Palabras como metaverso, mundos virtuales, NFT, Blockchain, Crypto monedas y muchas otras se han vuelto cotidianas en nuestras conversaciones virtuales, durante el Covid-19 y más reales ahora que volvimos a reunirnos físicamente. Hoy voy a tratar de explicar el metaverso en palabras simples y lo que podemos ir haciendo para beneficiarnos rápidamente de estos grandes cambios.
El metaverso es un espacio de realidad virtual en el que los usuarios pueden interactuar con un entorno generado por un ordenador y con otros usuarios. También puede describirse como una red de mundos virtuales en 3D centrados en la conexión social. A menudo, el metaverso se describe como una iteración hipotética de Internet como un mundo virtual único y universal que se ve facilitado por el uso de dispositivos de realidad virtual y aumentada.
En pocas palabras, el metaverso es un conjunto de espacios virtuales donde puedes crear y explorar con otras personas que no están en el mismo espacio físico que tú, pero seguramente en un futuro y a la velocidad que avanza la tecnología, podrás interactuar con “personas/hologramas/mentes” virtuales creadas por un programa y con una inteligencia igual o superior a la del ser humano, que ahora llamamos inteligencia artificial (AI). En muchos sentidos, Microsoft Teams o Zoom ya son una forma de metaverso. El metaverso es la fusión perfecta entre el mundo real y el virtual, en el que no te darás cuenta si estás dentro o fuera de él, tiende un puente entre nuestras aplicaciones 2D y las experiencias virtuales.
Hace poco le preguntaban a un niño de 8 años sobre lo que comió durante las cuatro horas que pasó frente a un videojuego (o escuchando a un youtuber desconocido narrando parte del videojuego) y el niño respondió:
“En el mundo real comí cereal y en el video juego comí diamantes”. Claramente este niño ya interactúa en los dos mundos y acompaña a su mamá al mercado para comprar cereal, quien aún paga con tarjeta de crédito y a la vez ya compra “diamantes” con una criptomoneda la cual le enseñó a manejar otro amigo de la misma edad,
El metaverso es el sucesor del Internet móvil. Y al igual que el marketing digital se ha adaptado al móvil. Muchas de las habilidades que se están utilizando hoy para hacer crecer su negocio se aplicarán en el metaverso, así que las posibilidades son infinitas: se puede asociar con creadores para dar vida a su marca, o crear productos o servicios digitales para complementarla; se pueden crear nuevos canales de venta y productos solo para ser usados en este nuevo universo paralelo. El metaverso ofrece oportunidades de negocio para todos, es cuestión de dejar volar su imaginación y creatividad.
El metaverso libera un potencial creativo que antes no era posible. ¿Qué significa esto para nuestros negocios? Pues bien, significa que podemos mejorar la experiencia del cliente en el comercio electrónico y crear nuevos modelos de negocio, pero también implica que gigantes digitales como Facebook, Google y Microsoft, puedan hacer un seguimiento sobre nuestros datos aún mas detallado de lo que lo hacen hoy en día, lo que en pocas palabras quiere decir menos privacidad.
Por otra parte, uno de los grandes problemas es que ya no vas a distinguir entre un video grabado por una persona y uno grabado por un holograma creado por inteligencia artificial, así que el criterio para informarse únicamente por fuentes creíbles y responsables es cada vez más importante. Recordemos que ninguna de las redes sociales son fuentes de información, sino plataformas que le permiten al usuario publicar lo que él quiera, así como frases como “… Facebook dice…, En Google leí que… o la opinión de Twitter… no son correctas, ya que estas plataformas no dicen, ni escriben ni dan opinión, solo están ahí para que miles de personas lo hagan directamente o a través de inteligencias artificiales que podrían confundir al usuario.
Por
Mauricio Sabogal
Fundador y CEO
SAB Marketing Connections