Uno de los temas que despierta el interés de la industria es qué tipo de contenidos quieren ver las audiencias infantiles. Esta es una cuestión que los diferentes canales y productoras abordan a su manera. Por ejemplo, Carolina Robledo, líder de contenidos del canal Eureka de Colombia, contó que tienen un grupo de consejeros formado por chicos y chicas de entre siete y 17 años. Con ayuda de ellos buscan entender cuáles son los gustos y necesidades de ese grupo etario.
Con base a eso, Robledo aseguró que la mayor parte de los contenidos que han realizado tienen que ver con “temas alrededor del medio ambiente, la equidad de género, feminismos, nuevas masculinidades. Son temáticas que les preocupan mucho a los niños, que son difíciles de abordar y que uno de pronto no espera que los chicos y adolescentes quieran escuchar hablar sobre estos temas. Entonces ha sido algo muy retador y hemos hecho un gran esfuerzo por abordarlos”.
De esos hallazgos, Eureka ha hecho series como Animalxs, Rompiendo moldes y Divergente que tratan estos asuntos. Por su parte, María Isabel Escobar, CEO La Mar Media Lab, sugirió que el abanico puede ser aún más amplio: “Los niños quieren que les hablemos de todo, incluso de temas que no solemos hablarles; la muerte, la enfermedad, la sexualidad y también de la diversión, del espacio, de la tierra, de la naturaleza, de las relaciones humanas. Lo que tenemos que entender es ver en qué tono hablarle a cada audiencia cuando tocamos temas difíciles”.
CÓMO LLEGAR A LOS NIÑOS
En cuanto a la manera más eficiente de llegarle a los niños, Robledo reconoció que hay múltiples ventanas para hacerlo. “A nosotros nos ha sorprendido mucho que los adolescentes siguen consumiendo televisión. Uno pensaría que ahora quizás solamente consumen YouTube o redes sociales, pero yo creo que hay crear como experiencias más multiformato, o sea que puedan tener un universo de contenidos como en distintas plataformas. Pero sin duda lo más importante son los temas” aseveró.
Para Escobar, la cuestión de alcanzar a los públicos más pequeños también ofrece diversas alternativas: “Muchos creen que los niños solo quieren que les hablemos de fantasía o mundos imaginarios, pero también quieren que les hablemos de las problemáticas humanas. Los niños pasan de una pantalla a otra, ven plataformas, consumen mucho TikTok, YouTube, Instagram, videojuegos, lo más difícil es ver dónde están los niños”.
Sobre la situación actual del campo de la producción de contenidos para niños, Robledo recalcó que están atravesando una “pequeña crisis” por falta de recursos en el sector público destinados a este tipo de realizaciones.
“Por lo general no son suficientes, y cuando están los recursos, la ejecución es muy corta. Esto hace que los contenidos no tengan la profundidad que uno quisiera, porque se hace todo de manera muy rápida. Por ejemplo, a veces se dan seis meses para hacer diez capítulos con dineros de una convocatoria” aseveró.
En ese sentido, invitó a reflexionar sobre estos procesos que se manejan en el país para encaminar a la industria hacia una producción más sólida de formatos para niños.
Por último, Escobar, cuya productora ha elaborado series infantiles como Ana Pirata y Pipo, mi amigo imaginario, recordó que, si bien la animación ha tenido un vínculo especial con niños y jóvenes a lo largo de la historia, este no es el único tipo de material que consumen: “A los niños les fascina la animación, pero también el live action, e incluso la no ficción y los realities, quieren ver de todo un poco. La animación ya no es solo de los niños, hay adultos que consumimos, es una técnica que ya es para todos” concluyó.
Carlos Cifuentes