Pedro el escamoso, más escamoso que nunca, de Caracol Televisión y Disney+; y Betty la fea: la historia continúa, de Amazon Prime Video y Estudios RCN: No es coincidencia que en 2024 se hayan estrenado continuaciones de las dos historias más exitosas en la historia del audiovisual colombiano.
Tampoco es que los escritores y productores de ese país se hayan quedado sin ideas, crítica que siempre se dice cuando se presentan productos de este tipo. Todo hace parte de una tendencia mundial de volver a las historias del pasado que ya funcionaron para buscar sacarle más beneficios.
“Es un resultado de eso que llaman la cultura posmoderna, la autorreferencialidad donde las marcas, los íconos y los programas que han tenido un reconocimiento piden una nueva vida y un nuevo contacto con el público. Está sucediendo en todas partes y nosotros no podíamos ser ajenos a eso” menciona a PRODU, Dago García,VP de producción y contenido de Caracol Televisión.
En el mundo abundan los ejemplos. Solo por nombrar algunos recientes, en televisión uno de los más resonantes es Cobra Kai, la serie de Netflix, derivada de la cinta ochentera Karate Kid, que ha sido de lo más visto en la plataforma en todo el mundo. En cine, cabe nombrar una de las películas más taquilleras de 2022, Top Gun: Maverick, continuación del clásico Top Gun.
Esta tendencia no es nueva y cada tanto vuelve a imponerse. No obstante, es cierto que en la última década tomó aún más fuerza. Y no solo se trata de darle continuidad a las historias, sino ver de qué manera se le puede ampliar su éxito, sea en forma de remake, precuela, secuela, spin-off o sus derivaciones. Se estima que en la actualidad hay alrededor de 100 franquicias cinematográficas vivas, de las cuales al menos 30 estrenarán cinta en lo que resta del 2024.
“Estas nuevas versiones permiten que las historias lleguen a nuevas generaciones que no vivieron las originales, ampliando la base de audiencia. Las nuevas versiones pueden beneficiarse de avances en tecnología de producción, efectos especiales y técnicas narrativas, mejorando la calidad visual y de sonido en comparación con las originales” explica André Didyme-Dome Fuentes, editor de cine y TV de la revista Rolling Stone.
“Apostar por historias que ya han sido exitosas reduce el riesgo comercial, ya que hay una base preexistente de seguidores y un historial comprobado de popularidad” agrega.
NO ES NOVEDAD EN COLOMBIA
Esta tendencia en Colombia se ha explorado en el último lustro con resultados diversos. Han pasado por la pantalla Pasión de gavilanes 2 (de CMO para Caracol Televisión y Netflix; 18 años después de la primera parte), Dejémonos de Vargas (de RCN; continuación de la serie noventera Dejémonos de vainas), Las muñecas de la mafia 2 (de Caracol Televisión, 10 años después de la primera), MANES (versión de Hombres, de Estudios RCN para Prime Video), entre otras. En cine, Dago García producciones próximamente tendrá en salas La pena máxima 2, continuación de película de finales de los 90.
Asimismo, en el país se han realizado varios reboots. Estudios RCN es el que más ha explorado este tipo de producciones con series como Café con aroma de mujer, Hasta que la plata nos separe, Ana de Nadie o La maldición del paraíso. En Caracol Televisión hicieron con éxito Amar y vivir, nueva versión de la telenovela de los 90, y preparan la serie Nuevo rico nuevo pobre, una historia de 2008.
“Siempre hay necesidad de explorar la extensión de una historia. El que no esté buscando ver si el producto tiene cómo ser extendido, no está usufructuando eficientemente la propiedad intelectual que tiene en su catálogo” VP de distribución en Estudios RCN.
UN ESTUDIO DEL PASADO EN EL PRESENTE
Más allá de la tendencia, traer historias del pasado a la actualidad es un ejercicio de reflexión sobre cómo eran percibidos distintos temas en el pasado y en el presente. En Yo soy Betty la fea era normal situaciones de matoneo y acoso laboral, algo que no es bien visto en la actualidad y que lo escritores debieron tomar con pinzas.
En el caso de Pedro el escamoso, bien lo dijo a PRODU, su protagonista Miguel Varoni, en esta era las personas y el humor tienden a ser más políticamente correctos, pero eso a su vez le dio otra dimensión a la historia y al personaje: “Pedro no ha cambiado, es el mismo y ese es el conflicto, cómo se enfrenta a las nuevas generaciones”.
Tanto la continuación de Pedro como de Betty, han sido un éxito. En el caso del primero, ha tenido buenos números en TV abierta y Disney+, y la segunda lo hizo en Prime Video, abriendo la posibilidad a nuevos negocios entre estos dos mundos. Así las cosas, seguramente vendrán nuevas historias de este tipo en Colombia a futuro.
“La seguridad de un público interesado puede facilitar la obtención de financiamiento y patrocinio, haciendo más viable la producción de estos proyectos. Pero una dependencia excesiva en remakes puede llevar a una falta de innovación y creatividad en la industria, limitando la producción de contenido original y nuevo” advierte André Didyme-Dome.
El impacto de estos relanzamientos va más allá de la nostalgia. La reimaginación de historias pasadas permite una reflexión crítica sobre cómo han cambiado las percepciones sociales y culturales. Es así como estos proyectos no solo celebran su legado, sino que también se adaptan y evolucionan con las nuevas generaciones, demostrando la capacidad del medio audiovisual colombiano para reinventarse continuamente.
Édison Monroy