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Medidas y producciones que ponen a Colombia en la agenda sostenible

Esto se calentó aborda de manera particular el calentamiento global

En los últimos años, la industria audiovisual colombiana ha empezado a familiarizarse con el concepto de sostenibilidad. Algunas entidades públicas y productoras han adelantado ciertas iniciativas para reducir el impacto ambiental que se genera en los rodajes y los diferentes procesos de una realización. La Comisión Fílmica de Colombia es una de las organizaciones que ha puesto la sostenibilidad dentro de su agenda.

En su sitio web oficial manifiestan que una de sus apuestas es la transformación sostenible de la industria y la promoción de prácticas amigables con el medio ambiente y los territorios en los se desarrollan proyectos audiovisuales en el país. Con ese objetivo han creado su propio documento de Recomendaciones para una Industria Audiovisual Sostenible.

Éste tiene como objetivo brindar información sobre prácticas ecológicas, como la separación y recogida de la basura producida por los equipos de producción, fomentando alianzas con redes de recicladores y productores de compostaje. Asimismo, aboga por la reducción del uso de combustibles fósiles en rodajes, fomentando el uso de la bicicleta y las energías limpias, entre otras medidas.

Por su parte, el Instituto Distrital de las Artes (Idartes) a través de la Comisión Fílmica de Bogotá ha venido implementando una ruta de sostenibilidad que tiene como propósito sensibilizar y preparar a la industria audiovisual para una transición desde sus prácticas habituales hacia una transformación sostenible de su actividad económica.

En la página oficial de la Comisión Fílmica de Bogotá se indica que, en convenio Proimágenes Colombia,  desde 2023 se han realizado sesiones de sensibilización acerca de  la huella de carbono dirigidas a productores ejecutivos que lideren proyectos audiovisuales en Bogotá. Estas se han hecho con la colaboración de la consultora española Mrs. Green Film, y en ellas se impartieron instrucciones de cómo reducir y transformar actividades en la producción para que ayuden a descarbonizar los proyectos audiovisuales y mitigar el impacto medioambiental.

Del mismo modo, la Comisión Fílmica de Bogotá ha incluido en su directorio de servicios una etiqueta que identifique los negocios y proveedores que tomen medidas de sostenibilidad, de manera que los productores interesados puedan encontrar y priorizar proveedores con responsabilidad y conciencia ambiental.

Asimismo, la entidad informa que de la mano de Enel Codensa (empresa de energía de Bogotá) se vienen realizando mesas de trabajo para explorar instalaciones transitorias eléctricas en las locaciones más utilizadas en la ciudad. Esto con el fin de desalentar el uso de plantas eléctricas las cuales tienen un alto impacto en la huella de carbono.

De igual manera, la Comisión ha diseñado programas de sensibilización sobre el manejo adecuado de residuos de aceite vegetal, los cuales han estado dirigidos a las empresas de catering que prestan servicios al audiovisual. Cabe recordar que, dentro de ese proceso de divulgación, esta institución ha publicado una guía de buenas prácticas ambientales que brinda recomendaciones transversales y por departamento en la cadena de producción para limitar el daño ambiental.

Más allá de eso, empresas especializadas como Green Proyections han acompañado en meses recientes diferentes realizaciones de gran calibre para que mejoren sus estándares de sostenibilidad. Ejemplo de eso es la serie Cien años de soledad. Según Sebastián Molina, cofundador de Green Proyections, en este proyecto se han usado paneles de energía solar para iluminar las locaciones y se han hecho compostas dentro de la producción.

También cabe resaltar que, en los últimos meses, Colombia ha sido el escenario de varias producciones que no solo cuentan con prácticas sostenibles, sino que su propia temática está orientada al planeta y al cambio climático. Entre ellas se encuentra Sembrando vida, una serie que recientemente se estrenó en la televisión pública de Colombia. Esta se rodó en parques y reservas naturales y se caracterizó no solo por su temática ambientalista, sino por las medidas que se tomaron durante su realización para preservar las locaciones naturales.

Su director Juan Carlos Torres afirmó que Colombia puede convertirse en un país referente en la producción de contenidos sostenibles: “Tenemos el Amazonas, el pulmón del mundo, tenemos una biodiversidad gigante, podemos exaltar su belleza, su importancia y la necesidad de cuidarla. Ahora que hemos atestiguado incendios en Bogotá o sequías, hay una mayor conciencia social, y es algo que desde el audiovisual debemos aprovechar” dijo.

Otra producción de esta índole fue la película Esto se calentó, que no solo aborda de una manera peculiar el calentamiento global, sino que durante su producción se efectuaron iniciativas para reducir el consumo de plástico de un solo uso. “Cada persona tenía un solo vaso asignado para tomar agua, apostamos por la separación de desechos, evitamos usar platos de icopor y concientizamos al equipo para que adoptara hábitos que ayudan a reducir el consumo de agua y energía”, dijo su director Carlos Vergara, quien también recalcó que el 60% de la recaudación de este film se invertirá en conservación y restauración de bosques.

El cineasta advirtió que en Colombia aún no se tocan mucho los temas ambientales por un tema financiero: “Todavía no hay tanta gente haciendo cine para eso. Es difícil que Colombia pueda convertirse en referente en producciones sostenibles, pero hay que seguir haciendo la tarea, no soy tan inocente que para creer que todo el mundo hará producciones sobre ecología, pero sí que cada vez más producciones tengan protocolos que ayuden a que su huella sea lo menor posible, e incluso las películas que vengan a Colombia tengan por obligación que ser carbono neutro”. 

En la televisión pública, Señal Colombia se ha convertido en un referente de este tipo de formatos, con series como Frailejón Ernesto Pérez, Los niños del agua y Respira Amazonía. Silvana Orlandelli, directora de este canal afirmó que se ha “empezado a tener conciencia de que se debe tener una cadena de sostenibilidad dentro de las producciones. Lo vivimos con cosas pequeñas como tener un termo en lugar de gastar agua, que la gente tenga un vaso de café reutilizable. Son cosas pequeñas pero que hacen una diferencia”.

Reconoció que en la actualidad este rubro “no está tan institucionalizado en Colombia”, pero que en el sector audiovisual ya se está adquiriendo “una preocupación por el cuidado ambiental” dentro de las realizaciones.

El canal Eureka, adscrito al medio público Canal Capital, han producido programas como Mundo eureka, magazín cocreado con niños y niñas que aborda algunos temas relacionados a la protección del medio ambiente, al igual que otros formatos como 10 años para cambiar el mundo y Agentes eco.

Marcela Benavides, líder de Ciudadanía, Cultura e Infancia de Eureka, opinó que desde la televisión colombiana aún se hace poco para promover contenidos ecológicos y los pocos que se hacen tienen un enfoque de “asustar a la gente y decirle que este asunto es responsabilidad de ella”.

Aseveró que es importante abordar el cambio climático en las audiencias infantiles, pero de forma didáctica. Podemos hacerlo desde un punto de vista mucho más divertido si se quiere, a pesar de que es un tema dramático, pero hay que tener sentido del humor de todas maneras, para poder enseñarles bien a los chicos y chicas los escenarios posibles para resolver estos problemas” concluyó.

Carlos Cifuentes