El negocio de los contenidos turcos en Iberoamérica, y en el mundo, ha ingresado en un nuevo estadio: el de la coproducción. Turquía no solo vende sus dramas enlatados, ahora también coproduce con compañías como Caracol, Telemundo Global Studios, MGE, Mas Ros Media, Secuoya Studios o The Mediapro Studio.
El país tiene coproducciones con Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, República Dominicana y el mercado hispano de EE UU. Es un nuevo giro para el derrotero turco en América Latina, que se inició, como es bien sabido, hace diez años con el éxito de Las mil y una noches (Global Agency) en Mega de Chile.
A partir de allí, el negocio de la distribución de contenidos turcos entró en una línea siempre ascendente.
Hoy, prácticamente todos los canales de TV abierta de la región han emitido al menos un drama turco en sus pantallas. Estas historias, con fuerte enfoque en los conflictos familiares y amorosos, se han convertido en parte fundamental de las familias latinas. Este nuevo paso hacia la coproducción de contenidos forma parte de una evolución natural del negocio.
LA DISTRIBUCIÓN, UN NEGOCIO CONSOLIDADO
La competencia dentro del propio mercado turco ha elevado la calidad de las producciones. Ahora hay más compañías distribuidoras ofreciendo más y mejores títulos el mercado latinoamericano e internacional.
Turquía comenzó produciendo y distribuyendo en MENA, luego se expandió a Latinoamérica y ahora crece en Europa Occidental. Países como España, Portugal, Italia e incluso Rusia, se han convertido en fanáticos de los contenidos turcos, y las grandes empresas están invirtiendo en este país. Incluso EE UU y Canadá ya están haciendo negocios con Turquía, mientras que Medio Oriente y el Norte de África son los territorios de más reciente apertura.
La llegada de las plataformas y la pandemia también impulsaron al contenido turco. La gran demanda de contenido, el poderío económico en el audiovisual turco, la calidad de sus productos, la capacidad de producción rápida y los catálogos amplios generaron presencia de contenido turco en todas las grandes plataformas como Netflix, Disney+, Amazon Prime Video, entre otras. Actualmente todas estas plataformas se encuentran produciendo contenidos en Turquía, tanto para consumo local como global.
La tendencia continúa y no parece tener una fecha de caducidad en el horizonte. Asiáticos, africanos, europeos, latinoamericanos y norteamericanos están consumiendo el contenido turco día a día, siguen queriendo producir allí, y como en todo negocio, siguen teniendo buenos resultados económicos del producto turco, por lo que continuarán aplicando esta estrategia y alianzas con Turquía.